
Estábamos en Albufeira. Pasamos unos días en un resort. De esos que están pensados para apenas salir de él: piscinas, juegos infantiles, yakuzis, varios restaurantes,… Los chicos eran pequeños, el menor tenía apenas tres años. Portugal comenzaba a generar turismo pero todavía había aspectos que depurar.
La ambientación musical que nos encontramos al llegar prometía. Una tras otra fueron sonando todas las canciones que contenía el álbum de Joe Cocker, «Unchain my heart». Había sido publicado el invierno anterior y yo lo había comprado hacía poco. Me encantaba.
Lo malo es que, por alguna razón que no alcanzo a comprender, parece que era el único disco disponible y sonaba por todo el hotel una vez tras otra. Nunca más he podido escucharlo sin recordar al pequeño, con lengua de trapo, decir: ¡oh no, unchimajat ota vez no!
Quizás te guste ver otras entradas: